viernes, 15 de julio de 2016

Voy a ser padre...múltiple

Hay eventos o situaciones que sin duda recordaremos toda la vida. Aquella medalla que ganaste en el colegio que te llevó a pensar que algún día serías olímpico, ese gran ridículo que te hizo grande y que tus amigos se encargan de recordarte, en dos de cada cuatro reuniones, por mucho que hayan pasado los años, cuándo y cómo le pediste a tu mujer que se casara contigo y por supuesto, el día que te enteras de que vas a ser padre.

Por muy pronto que sea, la verdad es que no me suele costar mucho levantarme, pero recuerdo perfectamente el respingo que di en la cama cuando mi mujer salió del baño y me dijo: "Pues parece ser que sí", con un test de embarazo de la mano.







Después de pasar dos minutos de completo semi shock, hice algo muy habitual en mí cuando me dan una noticia que me descoloca, sobre todo si es algo positivo: cuestionar su veracidad.
Tras escuchar que este tipo de pruebas tenía una fiabilidad bastante grande, empecé a tener una sensación de felicidad nerviosa. La verdad es que tampoco tenía que sorprenderme tanto ya que era algo que realmente quería que pasara. 
Luego llegaron los abrazos y palabras propias del momento, que no voy a reproducir aquí porque creo que pertenecen a otro tipo de blogs más del estilo de seguidoras del Diario de Noa y acto seguido me empezaron a surgir un montón de preguntas por la cabeza: ¿será verdad?, ¿en qué mes va a nacer?, ¿estará todo bien?, ¿decimos algo?, ¿y ahora qué hacemos?...
Curiosamente en esos momentos no me planteaba si sería niño o niña. De manera absurda y completamente irracional mi cabeza pensaba que iba a tener un hijo, y al decir hijo lo asociaba de manera inherente con un niño pese a que toda mi vida había querido tener una niña.  En mi familia hemos sido siempre mayoría de varones y una niña era el deseo todos. Lo que no sabíamos era que todos estábamos equivocados...¡pero que muy equivocados!...















Pasamos dos días con un montón de proyectos e ilusiones en la cabeza y fuimos a un ginecólogo de confianza para comprobar que efectivamente todo lo que estaba pasando era cierto.
Lo dicho, las buenas noticias te las tienen que confirmar al cien por cien.Y así era. Allí había un pequeño punto negro que así lo indicaba. Hubo un momento en el que nos dijeron que parecían dos embriones en vez de uno pero todo quedó en una falsa alarma...El ginecólogo era de confianza pero el ecógrafo parece que era de poco después de la posguerra... "¡Nada! ¡Es un pliegue que ha hecho ver que pareciesen dos pero parece que sólo es uno!"
Así nos fuimos a casa. La verdad que en un momento dado me hacía gracia y hasta ilusión el hecho de pensar que hubieran podido ser dos, pero nada, era sólo uno...
En esos momentos recordé un anuncio de la tele sobre un producto para evitar la caída de cabello. Era sobre un señor que iba al ginecólogo y le decían que iba a ser padre de gemelos y con el susto se le empezaba a caer el pelo de manera irremediable. Pensé que era muy exagerado, tampoco era para tanto ¿no? ¡a mí me hubiera molado que fueran dos!

Foto | thinkstock
Al poco tiempo, pasadas unas semanas, tuvimos que ira a una revisión médica para comprobar que todo estaba correcto. La verdad que no sé porqué pero iba especialmente nervioso. Siempre me han inquietado los hospitales y durante el embarazo, sobre todo al principio, mi nivel de tensión era muy alto. Y así llegamos a la situación en la que el ginecólogo encargado dijo: "Está todo bien. Todo correcto. Es claramente un embarazo gemelar,...bla bla bla...."
Mi nivel de nervios en esos momentos era tal que entendí nuclear en vez de gemelar. 
- ¿Nuclear? 
Pregunté con cara de no entender nada.
- GE-ME-LAR 
Me contestó con cara de estar hablando con un completo idiota.
- ¡Aaaah! ¡Gemelar!
Y en ese momento me quedé tan tranquilo porque todo estaba bien.

Tardé bastante en asimilar el concepto y lo que eso suponía. 
Ya se me había olvidado aquella posibilidad, ¡era claramente un pliegue!...además no teníamos indicios que favoreciesen esa posibilidad, pero no, lo vimos claros, dos puntitos negros latiendo a una velocidad endiablada que indicaban que sí...iba a ser padre...¡múltiple!



2 comentarios:

  1. Jajja
    Yo me acuerdo perfectamente el día que me dijeron que eran dos, y digo me porque en la primera ecografía, que fue muy prontito de quedarme embarazada, el ecógrafo de muy mala gana (no debía de tener buen día el pobre...) nos dijo que claramente era uno, así que a la siguiente eco como todo estaba bien me fui sola.
    Me senté en la camilla, me coloqué e inició la ecografía. Yo tan tranquila. Y derrepente: anda! Mira, ¿los ves?
    Yo del mareo que me empezó a entrar no veía nada... Luego ya me empezó a contar los posibles riesgos pero que veía todo fenomenal y que me animara.
    Me temblaba todo el cuerpo!
    Por supuesto le pedí una prueba para enseñársela a mi marido, porque no me iba a creer!
    El siempre que le llamo enseguida coge pues ese día al salir de la consulta tardó ¡media hora en coger el telefono! Pensaba que me daba algo. Y se lo conté. A día de hoy sus compañeros aún se acuerdan de la cara que puso derrepente jajaja

    Hoy ya tienen 5 añazos mis gemelos, y te aseguro que es súper divertido! Es duro, pero mola un monton! tienen hasta una hermana pequeña... Pero eso ya es otra historia...
    Mucho ánimo!

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  2. ¡Muchas gracias Miren! ajajja!! ¡Lo fliparía tu marido! ¡Intento imaginarme su cara en el trabajo!
    ¡Sois unos valientes!¡ Gracias de nuevo!

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